El niño dragón
Creo que si me tomo una guindilla me saldrá fuego de la boca. Creo que si me tomo una guindilla me convertiré en dragón todo el rato que dure el picante en la boca. Siendo dragón podré volar por encima de las cosas y las montañas y cruzar el mar hasta la isla de los dragones. Allí donde todos viven. Allí ponen sus huevos, en sus nidos y entran y salen volando. Solo tendré que llegar antes de que se acabe el picante porque si se acaba durante mi vuelo me voy a caer en medio del mar. Por eso he pensado que me voy a llevar 2 guindillas. Sí! me llevaré 2 guindillas. Una para volar y otra de repuesto por si acaso. Así durante la caída le podré dar un mordisquito y volver a ser dragón, y volver a volar. Y cuando vuelva a casa entraré por la terraza, en silencio, para que no se despierten mis padres. No será fácil con esa cola larga y esas patas cortas pero bueno. Y por si acaso, no me tumbaré en la cama, para que no se rompa. Esperaré de pie, mirando las estrellas hasta que acabe el picante de la boca. (texto: @eduardcosta) foto: @leandreja #cocoparisienne )